domingo, 20 de octubre de 2024
Ayer... hoy ... mañana
miércoles, 9 de octubre de 2024
La clave para una comunicación efectiva
jueves, 8 de febrero de 2024
Desahogo
Hoy vuelvo a ti... Vuelvo a
escribir, porque es la única forma que tengo de expresar todo lo que siento. Es
paradójico que alguien como yo, una comunicadora social, tenga dificultades
para comunicar sus emociones de manera verbal. Pero aquí estoy, usando las
letras para hablar con el corazón y compartir lo que me agobia.
En este momento, me duele ser
mujer. Es un dolor profundo que parece hincarse en mi corazón. Quisiera poder
decirte todo esto en persona, abrazarte y desahogarme, pero parece que siempre
estamos cerca y lejos a la vez. A veces, me parece triste revivir situaciones
similares entre tú y yo, donde el dolor se hace presente.
Llevo más de 24 horas sin comer,
todo lo que ingiero lo vomito. Siento dolor en el vientre, en la cabeza, en la
vista y en el alma. Y ese dolor es por ti, porque no estás aquí cuando más te
necesito. Me duele que estés tan cerca y a la vez tan lejos, que no puedas ver
mi angustia, mi sufrimiento.
Sé que me preguntaste qué tenía,
pero no te acercaste. Me viste caminar de un lado a otro, escuchaste mis
llantos, y aun así, no te acercaste. Decidí afrontar este dolor sola, porque no
quiero llamarte como Magdalena y esperar que vengas a mi rescate. Quiero ser
fuerte por mí misma.
Es cierto que en ocasiones,
cuando tú te has sentido mal, he estado ahí sin que me llamaras, pero ahora
siento que no recibí lo mismo de ti. No es justo que deba pedirte ayuda para
que estés presente cuando más te necesito. Por eso, he decidido enfrentar este
dolor por mi cuenta.
Es hora de poner límites y
valorarme a mí misma. Me doy cuenta de que merezco más, que merezco alguien que
esté dispuesto a estar ahí para mí en los momentos difíciles. Me duelen tus
risas mientras yo lloro, y eso no es justo.
Lo que más extraño, lo que soy.....!!!!
Hoy, estando en la sala de espera
de una clínica, me sentí asustada pero también empoderada al estar allí sola,
al igual que otras mujeres. En ese momento, recordé el inicio de nuestra
aventura, una historia que llevamos tiempo reinventando #juntos. Vino a mi
mente aquellos momentos en los que nos teníamos una loca y apasionada
admiración el uno al otro. Recordé cómo me mirabas y me decías lo hermosa que
estaba, cómo me inspirabas a ser mejor. Cuántas veces insististe para que yo
dijera que sí, y ahora, casi 7 años después, cuando más que nunca te digo que
sí, extraño tanto al hombre que solías ser...
Añoro nuestras escapadas juntos,
nuestras miradas cómplices y las palabras bonitas que solías decirme. Extraño
al hombre o quizás al niño de quien me enamoré. Hoy entiendo que las personas
cambian, que tú has cambiado, que yo he cambiado. Me pregunto si el amor es
así, si llevar una vida en pareja es así. Pero no quiero aceptar que sea así...
Hoy te miraba sin que te dieras
cuenta y buscaba al ser humano dulce y encantador de quien me enamoré, pero no
lo encontré. Por más que intenté, no lo vi y siento que ya no está allí.
Sí, he subido de peso, cada día
envejezco, pero dime, ¿quién no lo hace? A pesar de ello, estoy intentando
mejorar mi salud y mi bienestar. Cuando supe que había perdido algunos kilos,
lo dije orgullosa de mí misma, pero tu respuesta me desanimó. Es triste que
quien más me alentaba a lograr cosas y ser mejor ahora sea quien más me juzga.
Sin embargo, la lección que he
aprendido es que no debo dejarme llevar por la opinión de los demás, incluyendo
la tuya. Hoy me siento hermosa y afortunada de tener personas que me aman, mi
familia y mis amigos. Agradezco a Dios por haberte cruzado en mi camino, por
detenerme cuando pensaba en rendirme. Tal vez ese fue tu propósito en mi vida.
Ahora es mi momento de seguir
siendo la fabulosa persona que soy. He dejado de serlo muchas veces, pero hoy
me comprometo a ser alegre, cariñosa, extrovertida, divertida y locuaz, porque
eso es lo que me hace única y especial.
Hoy decido ser completamente
feliz. A veces sentí que mi mundo eras solo tú, pero me doy cuenta de que mi
mundo soy yo. Me dedicaré a hacer las cosas que me gustan, como ir al parque,
bailar, leer y ver películas que quizás no sean de tu agrado. Saldré al mundo,
porque esa soy yo, libre y feliz.
Gracias a ti, he aprendido y
mejorado en muchas cosas, y te agradezco por eso. Sin embargo, sé que merezco
más, y voy a buscarlo. Hoy elijo volver a ser quien solía ser, pero con el
aprendizaje y el crecimiento que me has brindado.
La vida es una constante
evolución, y estoy decidida a abrazarla con alegría y determinación. ¡Hoy, y
todos los días, decido ser completamente feliz!