Hoy, estando en la sala de espera
de una clínica, me sentí asustada pero también empoderada al estar allí sola,
al igual que otras mujeres. En ese momento, recordé el inicio de nuestra
aventura, una historia que llevamos tiempo reinventando #juntos. Vino a mi
mente aquellos momentos en los que nos teníamos una loca y apasionada
admiración el uno al otro. Recordé cómo me mirabas y me decías lo hermosa que
estaba, cómo me inspirabas a ser mejor. Cuántas veces insististe para que yo
dijera que sí, y ahora, casi 7 años después, cuando más que nunca te digo que
sí, extraño tanto al hombre que solías ser...
Añoro nuestras escapadas juntos,
nuestras miradas cómplices y las palabras bonitas que solías decirme. Extraño
al hombre o quizás al niño de quien me enamoré. Hoy entiendo que las personas
cambian, que tú has cambiado, que yo he cambiado. Me pregunto si el amor es
así, si llevar una vida en pareja es así. Pero no quiero aceptar que sea así...
Hoy te miraba sin que te dieras
cuenta y buscaba al ser humano dulce y encantador de quien me enamoré, pero no
lo encontré. Por más que intenté, no lo vi y siento que ya no está allí.
Sí, he subido de peso, cada día
envejezco, pero dime, ¿quién no lo hace? A pesar de ello, estoy intentando
mejorar mi salud y mi bienestar. Cuando supe que había perdido algunos kilos,
lo dije orgullosa de mí misma, pero tu respuesta me desanimó. Es triste que
quien más me alentaba a lograr cosas y ser mejor ahora sea quien más me juzga.
Sin embargo, la lección que he
aprendido es que no debo dejarme llevar por la opinión de los demás, incluyendo
la tuya. Hoy me siento hermosa y afortunada de tener personas que me aman, mi
familia y mis amigos. Agradezco a Dios por haberte cruzado en mi camino, por
detenerme cuando pensaba en rendirme. Tal vez ese fue tu propósito en mi vida.
Ahora es mi momento de seguir
siendo la fabulosa persona que soy. He dejado de serlo muchas veces, pero hoy
me comprometo a ser alegre, cariñosa, extrovertida, divertida y locuaz, porque
eso es lo que me hace única y especial.
Hoy decido ser completamente
feliz. A veces sentí que mi mundo eras solo tú, pero me doy cuenta de que mi
mundo soy yo. Me dedicaré a hacer las cosas que me gustan, como ir al parque,
bailar, leer y ver películas que quizás no sean de tu agrado. Saldré al mundo,
porque esa soy yo, libre y feliz.
Gracias a ti, he aprendido y
mejorado en muchas cosas, y te agradezco por eso. Sin embargo, sé que merezco
más, y voy a buscarlo. Hoy elijo volver a ser quien solía ser, pero con el
aprendizaje y el crecimiento que me has brindado.
La vida es una constante
evolución, y estoy decidida a abrazarla con alegría y determinación. ¡Hoy, y
todos los días, decido ser completamente feliz!
No hay comentarios:
Publicar un comentario