miércoles, 19 de julio de 2023

Ojala lo leas antes de que sea tarde....

Crónicas de una muerte anunciada


 

Sabes, lo más difícil para mí es leer todo lo que he escrito en el pasado y darme cuenta de que, a pesar de haberme prometido cambiar y hacerme feliz, sigo aquí esperando que te conviertas en la persona de la que me enamoré. Aceptar en silencio que llevo años esperando una utopía amorosa me decepciona. No sé qué me duele más, si el hecho de que no te hayas convertido en esa persona o el hecho de que aún sigo aquí, esperando por ti y luchando por un amor que ya no sé si es amor, es agotador esforzarme tanto por cambiar y ser mejor por ti y por nosotros.

 

Sí, lo admito, soy celosa, complicada, depresiva, un desastre andante y tengo demonios internos del pasado. Sin embargo, he trabajado para mejorar mi lado oscuro por ti. Pero ahora comprendo que mi mayor error ha sido esperar más de ti, y esperar en general.

 

También he comprendido que, cuando una crisis no se resuelve de manera profunda y no se trabajan las áreas afectadas, los problemas vuelven a surgir con el tiempo. Los hábitos son difíciles de cambiar sin un trabajo profundo en ellos.

 

Ahora te pregunto, ¿sabes por qué he intentado cambiar con todas mis fuerzas? ¿Te has preguntado por qué he aceptado cosas que en el pasado jamás habría aceptado? La respuesta es simple. Lo hice porque prefería que me dijeras la verdad, prefería que fueras honesto aunque eso implicara cosas que me molestaban profundamente. Sin embargo, aún sigues mintiendo y yo sigo sin ser tu prioridad. Acompañas y llevas a todos los demás, pero cuando lo haces conmigo, siempre hay peros, malos gestos o malas caras, y eso me duele profundamente.

 

El proverbio dice: "La primera vez que me mientas, será culpa tuya. La segunda será culpa mía". Quizás no haya sido infidelidad, pues no siento celos de otras mujeres, pero sí siento tristeza porque, después de tantos años, aún no soy tu prioridad.

 

La confianza se basa en sinceridad, comunicación, fiabilidad y comprensión, y en eso tienes todo de mí, pero yo no tengo nada de eso de ti.

 

Hoy me prometiste hacer lo necesario para hacerme feliz, pero también dijiste que debo aceptar tus decisiones. Entonces, tú también debes aceptar las mías. No sé cómo romper este círculo vicioso, pero lo haré porque merezco ser feliz y vivir en paz, estar con alguien que me ame más que a los demás y no al revés.

 

Hoy, la palabra no es amor, sino decepción. Acepto que te da igual si estoy o no, y sé que tarde o temprano me marcharé. Cuando lea esto en unos años, sabré que fue la mejor decisión. Sí, te amo, pero me amo más a mí misma. Estoy cansada de mendigar tu amor y tiempo, porque estar juntos no es solo ocupar el mismo espacio, sino también estar realmente presentes el uno para el otro.

 

Sigo aquí, aún esperando por ti, pero en lo más profundo de mí, he aceptado que no debo esperarte ni depender de ti. Ya he comenzado a irme. No quiero irme, así que no me dejes ir. Lucha por mí. 😭


No hay comentarios: