Ante la situación planteada por mi primo, mi hermano a quien
“no se le escapaba una” le dijo… “tranquilo primo que cuando mi papá se nos
vaya, yo le voy a pedir que antes nos escriba las palabras y yo se las leo”.
Lamentablemente y para el dolor de nuestra familia, primero
se nos fue mi hermano y hoy le estamos diciendo hasta pronto a mi papito y no
nos dio tiempo de pedirle que nos escribiera algo para que alguien lo leyera,
porque a pesar de saber que estaba enfermo, JAMÁS quisimos creer que se nos iría.
Pero aquí estoy papá, como un día cuando me contaste ésta
anécdota te lo dije, “tranquilo viejo, cuando tú no estés yo doy las palabras”.
Mi amado “Llanero Guayanés”
“Manuel Vicente Sandoval Rondón” Oriundo del municipio Sir
Artur McGregor en el estado Anzoátegui, cuya capital es nuestro amado pueblo
“El Chaparro”, fue durante 26 años de su vida, de manera formal un hombre
consagrado al honroso arte de enseñar, lo cual mantuvo hasta el último día de
su vida.
Hoy 17 de Noviembre de 2013, nos estamos despidiendo de Mi
amado “Llanero Guayanés”, un hijo “adoptivo” de la selvática, bella, acogedora,
y pujante región guayanesa.
Él… mi padre… amó profundamente a la histórica Ciudad
Bolívar, hasta el punto de afirmar que ni la muerte sería capaz de arrancarlo
de su seno, porque en el campo santo metropolitano, ya había adquirido un lugar
para su sepulcro, donde sus restos desde hoy reposaran eternamente, junto a mi
hermano Manuel Vicente.
Mi padre, fue un hombre “bueno hasta para remedio”… la vida
le regaló una hermosa familia Sandoval, Rondón, Salazar, Torres, Ramos, Blanco,
González, Carrasquel; le obsequió además muchos amigos, compañeros de tragos y
la oportunidad de compartir maravillosos momentos con cada uno de ustedes. Yo
estoy segura que mi padre donde quiera que esté, hoy a todos los aquí presente
nos da su bendición, con su peculiar sonrisa y con la tierna mirada de ojitos
claros que le caracterizaba.
Hay una frase de ilustre Andrés Bello que mi padre con
frecuencia me decía, “El Hombre no es de la tierra donde nace, sino de la
tierra por la que lucha” y el luchó por esta tierra, porque fue aquí donde tuvo
a sus 11 hijos, Iraima, Geraldo, Manolo, Manuel Henrnesto, Narkis, María,
Belkis, Héctor, Glendis, nuestro amado Manuel Vicente y mi persona, Orquidia
Victoria, la menor de todos; además fue aquí donde sembró muchísimos árboles y
escribió tres libros. Él decía que “solo así un hombre está completamente
pleno”.
Mi padre, el protagonista de Aventuras de un Maestro de
Escuela, Hombres Cosas y Casos Llaneros y Aventuras de un maestro en Guayana,
fue toda su vida un amante de la literatura, el buen comer, la familia, los amigos
y las mujeres hermosas, muestra de ello hace poco tiempo, después de 30 años de
vida compartida, contrajo matrimonio con mi madre Corazón de Jesús González, a
quien él le decía “mi catira de ojos hermosos”.
Para mi papá su familia era su mundo y es por ello que
siempre tenía una palabra para cada uno de nosotros.
Un día a mi tía María Sandoval le escribió que si “ella
resolvía recorrer 100 mil millas a pie, en ese largo trayecto, exceptuado a sus
hijos, no encontraría ninguna otra persona que la quisiera más que” el, su
hermanito y a mí me consta que esto era un sentimiento que profesaba hacia cada
uno de sus hermanos, Natividad, Claudio, Antonio, Jesús, La Negra y María de
los Santos
Gracias Tios: Abigail, Fina, Cota, Carmen, Luis
Serafini, María Teresa, Carlitos, Nancy, Carlos, Barina, Lewi, Gustavo, Hildemaro, Lino, Joahana, Lula, Rosa, Mecha y
Fanny
A mi primo Rafael Antonio Salazar le escribió que “ninguna
persona muere un segundo antes de lo que Dios tiene dispuesto”, y así fue, mi
roble se nos fue justo cuando Dios así lo quiso, pero a diario le daba gracias
por permitirnos estar un día más a su lado. Para la dedicatoria de su libro
quería que dijese “A mi querido sobrino o a mi querida sobrina” y es que mi
padre sabía que entre él y cada uno de ustedes existía un gran cariño
compartido, algunos de ustedes más que sobrinos, “sus hijos” porque Manuel
Sandoval siempre les tuvo en la mayor estima.
Gracias Primos: Eneida, Luis, Chicho, Mesina,
Romulo, Chele, Lusvia, Ismery, José Abigail, Guadalupe, Ricardo, Jaime Vera,
Luis Jaime, Janey, Mesinita, Romina, Luis Jose, Crismar, Humberto, Edward,
Orlando, Freddy, Sabrina, Claudio, Milard, Kristal, Antonio, Maritza, Tamara,
Moncho, Marbelis, Gregorio, Rafa, Julio, Pipo, Marisol, Jesús Alberto, Rafael,
Lilia, Alecia, José Gregorio, Jesús Eduardo, Milar, Reniel, Rubert, Ismery, Ana
Mercedes, Iramar, Magali, José, Enrique, Vicky, Ciprianito, Lucia, Ana Miguel
Ángel, Luis Miguel y Alejandro.
A sus nietos, cuanto amor y buenos consejos, sabias palabras
le regalo a sus nietos, muchos pudieron compartir maravillosas horas con mi
padre y saben bien que aun desde el cielo, a cada uno de ustedes les orientará
en el camino, para hacer las cosas bien, así como se lo escribió a Kelly para sus
15 años es un mensaje que les doy “mi querida nieta, estoy seguro que estás
preparada para seguir sola tu camino, que la ardua tarea de quienes te amamos
se ha cumplido”
Gracias Sobrinos: Cristihan, Marlene, Mayerlin,
Kelly, Isabela, Reisi, Antonio Adolfo, Cristal, Patricia, Manuelito, Héctor,
Valentina, Juan Andrés, Ricardo Javier, Ismael, Gerardo Javier, Gabriela de los
Angeles, Ismael Gabriel, Carmen Cecilia, Barbara, Eleutmary y Luis.
A Sus distinguidos vecinos, vecinas, amigas y amigos, entre
ellos José Ramón Varga (Apure), Andrés Yánez, Antonio Martínez, Manuel Pacheco, Juan
Hernández, Padrino, Servio Rojas, Josefina “1” Marcano y Josefina “2”, él les
dejo conmigo un mensaje, “ustedes han sido muy importantes para mí, por siempre
estar presente”, me lo dijo para que se los escribiera en la dedicatoria de sus
libros, ya que mi papito por su condición no podía escribir.
Gracias a sus amigos: Rafita, Fina, Sobeida,
Meritze, Isabel Elena, Pedro Nuñez, Arístides, Almeida, Carmelo, Senovia,
Horacio, Jorge Farfán, Aura de Franco, Domingo Rojas, Juana de Sánchez, Decci
Plaz, Ofelia, Carlos Amario, Zenaida, Zulema, Nilsa de Lugo, Ambrocio Alvarado,
Rebeca Vargas, Oscar Rodríguez, Adela, Clerice, entre otros.
En el nombre de mi madre, mis hermanos, mi familia y el mío,
a todos ustedes les doy las gracias por estar pendiente durante los 6 años de
la enfermedad de mi padre y gracias por estar aquí hoy diciéndole hasta pronto…
porque así es papito querido, hoy te decimos hasta pronto… y la promesa es
vernos allá en el séptimo cielo donde estás junto a mis abuelitos, a mi Hermano
Manuel y tantos familiares y amigos, a quienes les ha tocado reunirse contigo
allá primero.
Para finalizar, quiero recordar lo que mi viejo varias veces
me comentó:
“No hay que pensar en la muerte, porque la muerte no existe y
cuando la muerte exista nosotros no existiremos, hagan el bien y dejaran un
rastro de virtud que ni el más violento paso del tiempo podrá borrar y jamás
olviden que no somos seres humanos con una experiencia espiritual, somos seres
espirituales con una experiencia terrenal”
Y hoy mi papá nos dice “MISION CUMPLIDA”…!!!
ORACIÓN AL ÁNGEL DE LA GUARDA
Por: Manuel Sandoval
Cuando me acuesto en mi cama los ángeles me acompañan
Y las 100 Vírgenes María y la Gloriosa Santa Ana,
San Pedro llave del cielo, San Miguel pesa las almas.
Estas son 5 palabras que convienen para el alma,
Quien esta oración rezare, todos los viernes del año
Sacará un alma de pena y la suya del pecado.
Jesucristo me toca, San Judas me adora,
Dichosa el alma que se acueste a esta hora,
Ay Jesús, María y José.
Amen.
VIEJO DE MI VIDA... GRACIAS POR SER MI PADRE, ES
UN HONOR PARA MI SER TU HIJA...!!!